Seis novelas estivales
Mi afición por las listas ha hecho preguntarme qué novelas metería yo en una maleta de verano, qué libros me harían más llevadera la espera en un aeropuerto de provincias, menos deprimente cualquier estación de autobuses de España y más agradables unas horas en la playa mientras un señor ataviado con un bañador y un bafle que se usó en la gira de despedida de los Scorpions te ameniza la jornada. Porque, acabemos de una vez con esta farsa, a nadie le gusta leer en la playa, pero lo seguimos haciendo. Leer en la playa es incomodísimo. Leer en la playa sólo puede entenderse en el contexto de algún ritual de virtue signalling encaminado al apareamiento.
Ya sea por su liviandad, su brevedad, por la sencillez (siempre aparente) de su trama, o bien porque de alguna forma me recuerdan al verano, estas han sido las seis elegidas. Un enlace a todostuslibros os permitirá saber dónde tenéis librería cercana para comprarla. Si alguno de ellos os decepciona aceptaré con gusto vuestras imprecaciones y amenazas, y de paso vosotros os llevaréis una valiosa lección: no os podéis fiar de mí.
- Mairal, Pedro (2016). La uruguaya. Libros del Asteroide.
- Bioy Casares, Adolfo (1973). Dormir al sol. Alianza Editorial.
- Roth, Philip (1969). El mal de Portnoy. DeBolsillo.
- Nunez, Sigrid (2018). El amigo. Anagrama.
- Tabucchi, Antonio (1994). Sostiene Pereira. Anagrama.
- Dunne, Dominick (1993). Una temporada en el purgatorio. Libros del Asteroide.